jueves, 26 de mayo de 2011

UNA TÉCNICA PARA PRODUCIR IDEAS

James Webb Young (1886 – 1973), aun y no recibir una formación estrictamente academia, sino mas bien confiaba más en su instinto, a lo largo de su vida realizó muchas aportaciones al mundo de la publicidad, gracias a las cuales, podemos hablar de publicidad tal y como la conocemos hoy en día.

También otros habían sugerido que había un sistema para realizar ideas, por ejemplo, Pareto, sugirió que había dos grandes grupos de personas, los “rentier”, que son aquellas personas conformistas, rutinarias, a las cuales no les gusta arriesgar, ni innovar, con lo cual no tienen la capacidad de tener grandes ideas, y los “speculator”, que son aquellas personas innovadoras, activas e inconformistas, que están siempre intentando mejorar todo aquello que les rodea.

A Young le interesaba mucho todo aquello relacionado con el proceso que se lleva a cabo antes de tener una idea.
Considera que una idea, consiste en combinar viejos elemento, para crear uno nuevo.

Dice que la mente sigue un sistema, y que ese sistema, se puede aprender i practicar, de tal manera, que se consigue llegar más fácilmente a ideas más buenas e creativas, con mayor facilidad.
Este sistema, se basa en cinco pasos. Es importante respetar este orden, para conseguir buenos resultados, ya que se potencia nuestra imaginación y creatividad:

1º.   Lo primero que se debe hacer antes de empezar, es recoger el máximo de información sobre el tema a tratar, como el producto en sí, o sobre el público objetivo al cual nos vamos a dirigir.
Así que cuanta más y mejor información recojamos, podremos conseguir más y mejores ideas.

2º.    Se analiza toda la información recaudada, y se intenta combinar de la manera más creativa posible, para obtener un resultado favorable.
Esta es la parte en la que sabemos que queremos, y tenemos que pensar, para que se nos ocurra una buena idea.

3º.    En este punto, ya sabemos lo que queremos, y lo tenemos claramente almacenado en nuestro subconsciente, así que nos olvidamos del problema, y nos dedicamos a hacer otras actividades, que puedan estimular nuestra creatividad e nuestra imaginación.

4º.    La idea se nos ocurrirá en cuanto menos lo esperemos, tenemos que pulirla, para que nos dé el resultado esperado.

5º.    Hay que darle forma a la idea, y hacer que encajen bien con aquello que queremos transmitir.
No debemos aferrarnos a nuestra idea, al 100%, debemos estar abiertos a escuchar criticas de terceros, e intentar mejorarla si es posible.
Hay que ser lo más objetivo posible al pensar en nuestra idea, para sacarle más provecho.

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